" La historia de las ideas muestra que el descubrimiento, el aprendizaje y la solución creativa de problemas son raramente, o casi nunca, verdaderas actividades individuales. Todos los pensadores creativos, incluso los que son famosos por sí mismos en todo el mundo han trabajado con otras personas y con las ideas de otros además de las suyas. (...) El conocimiento es también una posesión conjunta, porque se puede compartir de forma muy efectiva. Lo que un ser humano descubre -cómo llegar de la ciudad A a la B, a qué velocidad viaja la luz a través del espacio, qué se siente enamorarse- puede ser aprovechado por otros (como muestra el éxito evidente y continuado de la cartografía, la física, y la música popular). Nadie tiene que reinventar la rueda." (Mercer, 1997: 11)
Via Fernando de la Cruz Naranjo Grisales