Los nuevos aprendizajes aprovechan las redes y el uso intensivo de la tecnología digital para proponer experiencias ubicuas, informales y extendidas a lo largo de la vida. Organizadas en torno a las competencias y al desarrollo de proyectos, buscan estrechar relaciones con diversos agentes sociales y toman como espacio de referencia la ciudad. En este contexto, las bibliotecas escolares pueden llegar a ser un nodo fundamental en una red de espacios interconectados de aprendizaje compartido.
¿Qué papel pueden tener las bibliotecas –y en especial las escolares- como zonas de intercambio entre los aprendizajes formales e informales? ¿Qué pueden aportar los laboratorios ciudadanos a estas nuevas bibliotecas? ¿Cómo pueden cooperar los distintos tipos de bibliotecas? ¿Dónde buscar buenos ejemplos?
Estos temas fueron abordados en la mesa redonda Pensar la biblioteca escolar como un laboratorio ciudadano que tuvo lugar el mes pasado, en el marco de la Feria del Libro de Madrid, en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías.
Via Carlos Urueña Izquierdo