La formación corporativa se adapta a los nuevos tiempos y el social learning ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una realidad. Si el uso de la tecnología e Internet favoreció en un primer momento la aparición de e-learning, las herramientas 2.0 han dado paso al social learning, que permite construir un conocimiento conjunto a través de la colaboración e interacción entre compañeros y directivos de una organización.
La implantación de una estrategia de social learning a largo plazo contribuye a crear una cultura de intercambio de conocimiento, de manera que todos los miembros del equipo pueden beneficiarse de la fortaleza de otros y aprender de sus ideas, habilidades y experiencia para conformar una plantilla de alto rendimiento.
Via Carlos Rodrigues Cadre, Edumorfosis