"... Urge corregir el reduccionismo tecnológico para que la sociedad no sea un mercado de la información y para que la ciudadanía se comunique por múltiples medios, impulsando la integración y participación de los sujetos. No alcanza con una ciudadanía conectada, sino que ésta debe comprender la trascendencia de las tecnologías en el desarrollo social y estar alfabetizada y capacitada para el ejercicio pleno de sus derechos de acceso y participación en el entorno digital. Esto sólo será posible con un Estado que intervenga en la construcción de políticas públicas y acciones comunitarias que lo garanticen. De otra manera, la concentración del sector privado, preocupante en la era digital, consolidará su rol hegemónico a través de la legitimación con las prácticas a nivel usuario de los miembros, constituidas a imagen y semejanza de los intereses financieros de los principales grupos económicos, de los cuales Google.inc y Facebook son los principales –pero no únicos– referentes."